EL PEQUEÑO GABRIEL

En el año 2020 Netflix nos presenta la lamentable vida del pequeño Gabriel Fernández. “The Trials of Gabriel Fernández” (“Los juicios de Gabriel Fernández” o “Justicia para el pequeño Gabriel”) nos relata durante seis episodios la historia detrás de este caso y la incompetencia de las instituciones gubernamentales para proteger a los menores, siendo un caso que generó impacto fuertemente en la comunidad de Los Ángeles en Estados Unidos.

Gabriel, un niño de tan solo 7 años empezó a llegar a clases sin algunos mechones de pelo, con costras en el cuero cabelludo, los labios hinchados, moretones por toda la cara y diversas lesiones, llamando la atención de su maestra Jennifer García, señales que serían ignoradas.

“¿Es normal que las mamás golpeen a sus hijos?"

DETALLES DEL CASO

“Gabrielito”, como era llamado por sus seres queridos era un niño dulce y cariñoso que buscaba el amor de los suyos, sin embargo, su madre nunca lo quiso. Desde muy pequeño fue adoptado por sus abuelos y tíos, época en donde las fotos demuestran a un niño feliz y sano.

Situación que cambió repentinamente, en el año 2012 su madre Pearl Hernández decidió llevarlo a vivir con ella para que pudiera recibir prestaciones sociales del estado junto a su pareja sentimental Isauro Aguirre. Con el traslado de casa también llego un cambio de escuela, donde conoció a la maestra García, siendo la primera en denunciar frente a las autoridades los signos de maltrato. Sin embargo, cualquier esfuerzo fue inútil, las autoridades nunca verificaron el estado del niño.

Durante 8 meses el pequeño niño fue sometido a torturas y palizas propinadas por parte de su progenitora y su padrastro, entre las cuales se encontraban encerrarlo en un mueble que tenían en su habitación, sin darle comida ni dejarle ir al baño, y que su padrastro lo golpeara con especial dureza llamándole gay. Bajo este contexto Gabriel llega al hospital el 22 de mayo de 2013, cuando la madre y el padrastro llamaron a urgencias porque el niño no respiraba.

Según varios paramédicos el pequeño tenía numerosas contusiones en la cabeza, varias costillas rotas, partes de la piel quemadas, las manos hinchadas. Dos días después falleció a la edad de 8 años.

Isauro Aguirre fue sentenciado a muerte y espera ejecución en el penal de San Quintín, en California. Tras conocer ese veredicto, Pearl Fernández, su madre, decidió declararse culpable, con lo que evitó la celebración de un juicio y la pena de muerte. Fue sentenciada a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.

Isauro Aguirre y Pearl Fernández